La protección de la salud y la seguridad de los consumidores involucra la provisión de productos y servicios que sean seguros y que no conlleven un riesgo inaceptable de daño al ser usados o consumidos por los consumidores tal como se indica o establece, o si se hace mal uso de éste de una manera razonablemente previsible. Proporcionar instrucciones claras para un uso seguro, también es parte importante de la protección de la salud y la seguridad.
La rapidez de los cambios en lo que respecta a diseño, construcción y materiales implica que los productos y servicios podrían estar en uso antes de que se hayan establecido las exigencias regulatorias de seguridad apropiadas. La globalización ha incrementado el movimiento de productos y fuentes de servicio entre-países, lo que exige demasiado a los organismos encargados de la regulación y los ensayos.
La reputación de una organización se puede ver afectada directamente por el impacto en la salud y seguridad de los consumidores de sus productos y servicios.
Los productos y servicios deberían ser seguros, existan o no exigencias legales en cuanto a seguridad. La seguridad incluye la anticipación de posibles riesgos para evitar daños o peligro. Debido a que no todos los riesgos pueden ser previstos, entre las medidas para proteger la seguridad se incluyen mecanismos para la retirada o recogida de un producto.
Al proteger la salud y seguridad de los consumidores, una organización debería emprender las acciones siguientes y poner especial atención a los grupos vulnerables que podrían no tener la capacidad de reconocer o evaluar los posibles peligros. La organización debería:
· Proporcionar productos y servicios que, en condiciones de uso normales y razonablemente previsibles, sean seguros para los usuarios, para su propiedad, para otras personas y para el medioambiente.
· Verificar la idoneidad de las leyes, regulaciones, normas y otras especificaciones sobre salud y seguridad para que aborden todos los aspectos relacionados con salud y seguridad. Las organizaciones deberían ir más allá de estas exigencias mínimas de seguridad cuando exista evidencia de que estas exigencias más altas lograrían un nivel de protección mucho mejor, como lo indica el acontecimiento de accidentes donde se ven involucrados productos o servicios que cumplen con las exigencias mínimas, o la disponibilidad de productos o diseños de productos que pueden disminuir el número y/o la gravedad de los accidentes.
· Minimizar los riesgos en el diseño de los productos:
o identificar el(los) grupo(s) de usuarios y prestar especial atención a los grupos vulnerables;
o identificar el uso deseado y el mal uso razonablemente previsible del producto, proceso o servicio y los peligros que surjan en todas las etapas y condiciones de uso del producto o servicio;
o estimar y evaluar en cada grupo de usuarios/contacto, incluidas las mujeres embarazadas, los posibles riesgos de los peligros identificados; y
o reducir el riesgo utilizando el orden de prioridad siguiente: diseño inherentemente seguro, dispositivos de protección e información para los usuarios.
• En el desarrollo de productos, evitar el uso de sustancias químicas clasificadas como cancerígenas, sustancias que inducen la mutación génica, sustancias tóxicas para la reproducción, persistentes y bioacumulativas. Si se ofrece este tipo de productos para la venta, se deberían etiquetar claramente.
• En lugares en que sea práctico y adecuado, y donde pudiese ayudar a los consumidores, llevar a cabo una evaluación de los riesgos para la salud humana de los productos y servicios antes de la introducción de nuevos materiales o métodos de producción y, si corresponde, poner a disposición del público toda la documentación pertinente.
• Transmitir a los consumidores información vital sobre seguridad, usando símbolos cuando sea posible, de preferencia aquellos acordados internacionalmente, además de la información escrita en forma de texto.
• Instruir a los consumidores respecto del uso apropiado de productos e informarles acerca de los riesgos que conlleva el uso deseado o el uso previsto.
• Adoptar medidas que eviten que los productos se vuelvan inseguros a causa de la gestión o almacenamiento inapropiados mientras estén bajo la custodia de los consumidores.
• Cuando luego de haber sido puesto en el mercado, un producto presenta un peligro no previsto, un defecto grave o contiene información engañosa o falsa, retirar del mercado todos los productos que aún no están en distribución, y revocar los productos usando las medidas apropiadas y los medios para llegar a las personas que compraron dicho producto.